Si ya has tomado la decisión de crear una empresa o negocio, otro de los puntos más importantes a tener en cuenta es conocer cómo la vamos a gestionar.
Aunque a priori parezca algo casi inalcanzable, lo cierto es que con esfuerzo, perseverancia y siguiendo los pasos lo podremos conseguir.
Infórmate sobre gestión empresarial
A la hora de llevar una empresa, una de las claves a tener en cuenta es la gestión empresarial, sobre la que tendremos que aprender largo y tendido.
En primer lugar, debemos familiarizarnos con conceptos como la productividad y la competitividad, con el objetivo de hacer que el negocio sea viable a nivel económico.
Estos son los cuatro conceptos imprescindibles:
- Planificación: objetivos, metas, etc.
- Organización: definir la estrategia para lograr los objetivos.
- Dirección: coordinar la ejecución de dicha estrategia.
- Medición: los resultados siempre deben estar presentes.
Una vez que nos hemos familiarizado con los conceptos clave, podemos pasar a la acción.
Consejos básicos a la hora de gestionar una empresa
Si nuestro objetivo es conseguir que la empresa o negocio sea viable, debemos seguir una serie de pautas y procesos con los que llegar a él.
Aprendizaje continuo
A pesar de lo que puedas pensar, el primer punto para saber gestionar una empresa de forma adecuada es la formación.
Así, debemos familiarizarnos con informes financieros, cuentas anuales y otro tipo de documentos que usaremos de forma usual.
Sin embargo, eso no lo es todo. Contar con experiencia suficiente también facilitará las cosas. Si no cuentas con ella, debes hacer todo lo posible por conseguirla.
Es decir, un mentor o asesor con el que trabajar desde el primer momento podrá ahorrarte muchos quebraderos de cabeza y hacerte el camino mucho más sencillo.
Separa la economía profesional de la personal
No importa si esto parece ser un punto básico, ya que es otro de los más importantes a tener en cuenta si deseamos dirigir una empresa de forma profesional desde cero.
En otras palabras, no es recomendable tener tan solo una cuenta con todo el dinero, ya que podríamos no estar tratando a nuestro negocio con el rigor que se merece.
Además, debemos tener en cuenta que los gastos de la empresa y otros pagos podrían no encajar con nuestras finanzas personales.
Por ejemplo, el pago del IVA trimestral, las cuentas anuales, IRPF, etc.
Controla los gastos desde el primer momento
En este punto no podemos fallar ni dejar que se nos vaya de las manos. Desde el primer momento, debemos saber encontrar el equilibro en los gastos, tanto fijos como variables.
Los primeros serán independientes de los beneficios de la empresa, siendo de obligado cumplimiento aunque el negocio no sea tan rentable como pensábamos.
En cambio, sí podemos atacar los gastos variables, pudiendo recortar en algunos aspectos como un equipo demasiado avanzado, reuniones en espacios físicos, intercambios con empresas, etc.
Cuida tus inversiones
Saber gestionar de forma adecuada una empresa no es solo recortar, sino también saber invertir.
En este sentido, una buena solución puede ser crear desde el principio tu propio espacio en la nube, donde puedas alojar todas las gestiones a las que tendrás que hacer frente.
Como ejemplo, tenemos la facturación, los presupuestos, el inventario, pedidos, proveedores y cualquier otro aspecto relacionado.
Contar con un programa que nos ayude en la gestión de estos conceptos nos podrá ahorrar mucho tiempo y problemas a largo plazo.
Mide en todo momento tus resultados
Sabemos que una empresa está bien gestionada si los resultados son acordes a los objetivos planteados en un principio.
El gerente del negocio debe ser el encargado de controlar de forma detallada cómo se mueve el dinero, así como de tomar las decisiones estratégicas en el mismo.
Contar con datos de cualquier operación financiera será primordial a la hora de seguir tomando decisiones o cambiar, en caso necesario, las que ya se habían implantado.
Gracias a dichos datos, podremos conocer resultados anteriores, compararlos con los actuales e incluso prever qué pasará en el futuro.
Consulta con un profesional para una gestión eficaz
En el caso de no contar con experiencia suficiente en el mundo de la empresa, una de las claves que podemos seguir es pedir ayuda a un profesional.
Contar con un asesor o gestor desde el primer momento nos podrá ahorrar muchos problemas en el futuro, ya que podremos delegar los asuntos más delicados.
Además, también podrá ser una figura importante en la que apoyarnos de cara a seguir aprendiendo, uno de los puntos básicos a tener en cuenta para ser un buen gerente.
Poco a poco, verás que saber gestionar una empresa no es tan complicado si dejamos los asuntos importantes en manos de alguien que entienda.
A la vez, iremos creciendo a nivel profesional mientras vemos que nuestro negocio es cada vez más rentable. Y eso servirá para continuar tomando buenas decisiones.